domingo, 26 de octubre de 2014

POEMA DE LA SOLEÁ




 SORPRESA

                                                                               Soleá de Cádiz

Muerto se quedó en la calle
con un puñal en el pecho.
No lo conocía nadie.


¡Cómo temblaba el farol!
        Madre.
¡Cómo temblaba el farolito
      de la calle!


Era madrugada. Nadie
pudo asomarse a sus ojos
abiertos al duro aire.



Que muerto se quedó en la calle
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.



Federico García Lorca


Foto: Ramón Morales Reyes

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