domingo, 24 de agosto de 2014

NO LE DOLIERON LAS PELADURAS DE CAL...

“No le dolieron las peladuras de cal en las paredes, ni los sucios algodones de telaraña en los rincones, ni el polvo de las begonias, ni las nervaduras del comején en las vigas, ni el musgo de los quicios, ni ninguna de las trampas insidiosas de la nostalgia.”

Gabriel García Márquez



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